domingo, 2 de junio de 2019

376. Las salas 20 y 21 del Manicomio Provincial de Málaga.

Un importante valor añadido de congresos, simposios y todo tipo de encuentros profesionales y científicos, son los pasillos. Sí, esos espacios donde te encuentras con conocidos y amistades que no veías hace tiempo, así como tienes ocasión de presentarte a otras personas con las que establecer vínculos de relación y colaboración futura. Una práctica que, he descubierto recientemente, los anglosajones han denominado "networking", elevándola así a importante categoría estratégica en las escuelas de márquetin y negocios.


Esta entrada va ser fruto de una de esas oportunidades de entretejido de redes, haciendo pasillo, hace justo un año en el XXVII Congreso de la AEN celebrado en Córdoba. Por allí andaba yo, con mis psiquifotos a cuestas, cuando, en una las comunicaciones a la que asistí, otras llamaron mi atención. La presentación, a cargo de Celia García Díaz, psiquiatra del Área de Historia de la Ciencia de la Universidad de Málaga, versaba sobre los intentos de reforma psiquiátrica en el Manicomio Provincial de Málaga durante la Segunda República, y al término de la misma tuve ocasión de intercambiar con ella algunas palabras. Pero lo mejor de todo, sobre todo para los seguidores psiquifoteros, es que, tras preguntarle por el origen de las imágenes, se ofreció a enviarme alguna de ellas con una pequeña reseña sobre el tema y así poder compartirlo desde el blog.

Y, sin más preámbulo, ahí quedan sus explicaciones y psiquifotos acompañantes, así como el enlace a uno de sus artículos donde poder ampliar la información.


Recuperar nuestra memoria desde la periferia: la construcción del Manicomio Provincial de Málaga (salas 20 y 21).

Durante mi formación como psiquiatra en el Hospital Universitario Virgen de la Victoria de Málaga, empecé a darme cuenta que me faltaban herramientas para comprender la asistencia a la locura en mi entorno. Los pacientes me hablaban de que habían estado ingresados en “los locos”, o en “el 21”, y las mujeres en el “20”, y no entendía nada. Comencé a interesarme por la historia de la institución manicomial de mi ciudad, para saber de dónde veníamos, cómo era aquel establecimiento, quiénes fueron los médicos que trabajaron allí, qué diagnósticos y tratamientos usaban, entre otras cuestiones. Pero no encontré información. Nadie se había preocupado por reconstruir el puzzle de la asistencia a la locura en nuestra provincia. Tras un intenso trabajo de búsqueda en archivos, tanto de la Diputación Provincial, como los archivos Municipales, empecé a encontrar pistas.

Los dementes de Málaga que requerían reclusión definitiva durante la segunda mitad del siglo XIX, eran trasladados al Hospital Real de Granada, ya que la ciudad carecía de establecimiento alguno para este fin. Para subsanar esta situación, y amparados en la Orden del 27 de julio de 1870, se creó provisionalmente el departamento de observación del Asilo de los Ángeles, un lazareto a las afueras de la ciudad. Según la memoria redactada desde la Diputación Provincial en 1877, una veintena de enfermos esperaban traslado a San Baudilio de Llobregat. En 1885, los dementes ingresados en el departamento de dementes del Asilo de los Ángeles (un total de 120 entre hombres y mujeres) tuvieron que ser evacuados urgentemente por el peligro de contagio en la epidemia de cólera que asolaba la ciudad. Todos ellos fueron trasladados al recién construido Hospital Civil, siendo ubicados en una sala que no pertenecía aún al establecimiento psiquiátrico, lo que generó malestar en los trabajadores que se quejaron a la Diputación de las dificultades para desarrollar sus labores y las penosas condiciones en las que se encontraban los dementes. El 31 de diciembre de 1898, el manicomio, llamado San Carlos o sala 21, terminó de construirse dentro del recinto del Hospital Civil, aunque como pabellón aparte, pero los pacientes no ingresaron hasta el 20 de marzo de 1899. Varias familias de la burguesía malagueña donaron dinero para sufragar gastos para terminar las obras y comprar ajuar. La sala 21 precisó numerosas reformas durante las décadas 20 y 30 del siglo XX, obras que fueron impulsadas en gran parte por Miguel Prados Such, que trabajó en la institución malagueña desde agosto de 1925 hasta enero de 1933.


Miguel Prados Such en la Residencia de Estudiantes, 1917.



ADPM. Lg. 4609, p. 019. Pabellón San Carlos.

ADPM. Lg. 4609, p. 023. Pabellón San Carlos.


Debido al aumento en el número de pacientes ingresados, en 1909 se terminó la construcción de una sala destinada a las mujeres dementes, la sala 20 o sala Santa Rita, integrada dentro del mismo Hospital Civil, al noroeste del edificio, rompiendo la simetría del hospital. Sin embargo, las diferentes salas del manicomio necesitaron numerosas reformas en los años posteriores (García-Díaz, 2018).

La sala de mujeres precisó ampliación y reformas importantes en 1927, que fueron pagadas con los beneficios obtenidos de una corrida de toros benéfica organizada en la ciudad (1). Posteriormente, se realizaron nuevas modificaciones desde diciembre de 1931 a agosto de 1932, habilitándose un sótano bajo la sala 14 del hospital general, que fue usado como ampliación de la sala 20 (2). Pedro Ortiz Ramos, psiquiatra encargado de la sala de mujeres del manicomio señaló en la memoria de 1931-1934 que redactó para la corporación: “Antes del 1 de mayo de 1931 existían sólo 90 camas para 130 enfermas. Se ha habilitado un sótano amplísimo capaz para 50 camas y esta instalación se ha hecho en excelentes condiciones (…) otra mejora ha consistido en sustituir unas arcaicas escaleras de caracol, que conducían al dormitorio del piso alto, por una buena escalera de mármol que da acceso a una amplia galería, antes descubierta y hoy techada, en la que pensamos instalar talleres para la ocupación de las enfermas (…)” (3).

(1) Archivo Diputación Provincial Málaga (ADPM). lg.893-62. 
(2) ADPM. Memoria hospital Provincial 1931-1934, lg 4820 p. 36.
(3) ADPM Memoria hospital Provincial 1931-1934 lg 4820. p. 50.

Pedro Ortiz Ramos. Memoria Hospital San José 25 aniversario, 1948. Biblioteca Municipal 24/8.

ADPM. Memoria Hospital Civil, 1931-1934, lg. 4802, p. 36. Sala Santa Rita.

ADPM. Memoria Hospital Civil, 1931-1933, lg. 4820, p. 39. Sala Santa Rita


No sin sorprendernos con eso del "manicomio de hembras", para quien quisiera entretenerse con otras imágenes del hospital puede hacerlo en las entradas 146 y 309.

Mientras tanto, muchas gracias Celia por tu texto que, además de ilustrarme, me ha permitido publicar una entrada más en el blog.



BIBLIOGRAFÍA.

García-Díaz, Celia (2018), “El Manicomio Provincial de Málaga en el primer tercio del siglo XX: la utopía que (no) pudo ser”, Asclepio, 70 (2): p 238. Accesible en https://doi.org/10.3989/asclepio.2018.22






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Descargo de responsabilidad: He utilizado las imágenes sin ánimo de lucro, con un objetivo de investigación y estudio, en el marco del principio de uso razonable - sin embargo, estoy dispuesto a retirarlas en caso de cualquier infracción de las leyes de copyright. Disclaimer: I have used the images in a non for profit, scholarly interest, under the fair use principle - however, I am willing to remove them if there is any infringement of copyright laws.

3 comentarios:

Kepa Lizarraga dijo...

Como siempre, Oscar, eskerrik asko por compartirlo!
Saludos,
Kepa

Oscar Martínez Azumendi dijo...

¡Gracias a ti por la visita! Anima el ver que hay seguidores entusiastas :-)

Manuel Zabel Bareiro Colman dijo...

Muy interesante y único la historia por la muy sencilla razón de que sólo gracias a ella la podemos estudiar y tratar de que no se repita y si es una buena historia tratar de mejorarla...