jueves, 14 de enero de 2010

113. Julio Camino y la "inquietante" exposición de 1935.

Si en la anterior entrada comprobábamos que las dotes de Julio Camino para el dibujo no eran precisamente sobresalientes, esto no le impedía interesarse por la producción artística de otras personas, incluidos sus propios pacientes, de alguno de los cuales conservó durante tiempo parte de su producción.

Desde principios del S. XX hubo un interés creciente en la producción artística de los enfermos mentales, tanto desde un punto de vista diagnóstico como desde una perspectiva ocupacional o terapéutica. La enorme colección acumulada por Prinzhorn en la Clínica Psiquiátrica de Heilderberg en 1919-22, o el interés de Dubuffet en este tipo de arte al que bautizó como Art Brut son ejemplos referentes. Ejemplos de este tipo de producciones pueden contemplarse, aunque durante pocos días más, en la exposición: “Pinacoteca psiquiátrica en España, 1917-1990”, comisariada por Ana Hernández y en la que "Imágenes de la psiquiatría" colabora con alguna que otra psiquifoto de época.

En diciembre de 1935, con ocasión de la VI Asamblea de la Liga Española de Higiene Mental y VII Reunión de la Asociación Española de Neuropsiquiatras, se celebró en el Instituto Cajal de Madrid una exposición de trabajos artísticos y manuales realizados por enfermos mentales. Gracias a las aportaciones de las colecciones privadas de psiquiatras como Lafora, Vallejo Nágera o Camino Galicia, o de diversas instituciones privadas, se expusieron cuadros, dibujos, esculturas, artesanía y versos.

Noticia en El Heraldo de Madrid, 4 de diciembre de 1935

Reseña en El Sol, 24 de diciembre de 1935. Con referencia a la situación de la psiquiatría, la reunión y sus ponencias y la exposición.

Coincidiendo con la exposición, la revista Mundo Gráfico le dedicó una de sus portadas seguida de un gran reportaje que se publica sobre las extrañas e inquietantes actividades artísticas de los dementes. Y ahí nos encontramos al Dr. Camino Galicia, explicando ufano a la revista, el sentido de unos cartones dibujados por un enfermo que él había atendido diez años antes y que fueron presentados en la exposición: “Este enfermo, posiblemente, tuvo una educación religiosa, se formó en un medio cristiano y hasta quizá fue seminarista. Vea, en cambio, sus dibujos. Son una persecución obsesionante de sacerdotes y religiosas. El recurre a todos los medios imaginables para perseguir y matar a los curas. Encarcelamientos, trabajos forzados, ejecuciones, hogueras…” El cronista añade: “En esos dibujos, de un gran interés por cómo revelan un estado de ánimo y una sensibilidad torturada por el afán de exterminio de una determinada actividad, curas y monjas son muertos por numerosos procedimientos distintos. Entre éstos está el de un avión que sube con una gran jaula llena de sacerdotes, y después, cuando ya vuela a una altura considerable, abre la jaula para que aquéllos caigan y se estrellen. En otro cartón, curas y obispos son ejecutados con gran aparato, mientras sobre un tablado toca una orquesta, al lado de la cual está un esqueleto”. Y prosigue Camino: “Es frecuente, como le digo, en los enfermos mentales, el hecho de unas manifestaciones artísticas totalmente contrarias a su espíritu y su vida anteriores. Yo recuerdo, por ejemplo, haber tratado a uno que durante su enfermedad hizo un busto de la Virgen con una unción y una expresión verdaderamente admirables y fervorosas. Y el hombre, una vez curado, me decía: «Pero, doctor, ¿cómo he podido yo hacer esto? Soy ateo, no he tenido una formación religiosa, mis padres no fueron creyentes. En mi vida he ido a una iglesia.» Inexplicable; pero cierto, y hasta frecuente”.



El artículo reproduce una serie de obras de diferentes enfermos y procedencias geográficas, entre ellas varias firmadas por “Cantos”. Sus dibujos retratan tanto a la diosa locura como “unos cuantos rostros de locos: la expresión mística, la expresión indiferente, la expresión colérica, la expresión dolorida, la expresión alucinada… Un enfermo –psicópata constitucional y toxicomaníaco hizo estos dibujos tomándolos de otros enfermos de Carabanchel y Ciempozuelos”, nos aclara el articulista. Al no citarse en el texto su procedencia, ni quien daba la información acerca de esas caricaturas, al principio me pasaron totalmente desapercibidas, máxime al no tratarse de fotografías. Hasta que de repente me di cuenta, intercambiando informaciones "camineras" con Antonio Rey y no sin regocijo, que también se encontraban reproducidas en otro lugar. ¡La cubierta de uno de los libros de nuestro ya ubicuo Dr. Camino!. Un volumen al que tampoco había prestado mucha atención porque no contenía fotografías, “Delirios y delirantes” de 1930. ¡Una pena que los dibujitos no fueran “psiquifotos”, que vendrían más a cuento aquí!.





Lo que si tiene el libro que conservo es una dedicatoria de puño y letra de Julio Camino, dirigida a uno de sus colegas de la Cruz Roja donde, como vimos en otra entrada, este trabajaba. Ahí va reproducida para solaz de mitómanos.

Pero bueno, no olvidemos que el blog va de “psiquifotos”, así que redirijamos la mirada hacia las mismas. Quedan referencias de la exposición acerca de un curioso collage montado sobre el dibujo de un clown, que lucía el rostro recortado de una fotografía del propio enfermo. Se explica en el mismo artículo que “responde a la manía clownesca o bufonesca. Ese enfermo, efectivamente, adopta constantemente gestos y actitudes de clowns; le gusta vestirse con prendas que recuerden los trajes de los payasos; se deja en el pelo una punta que recuerde a la que los clowns llevan en su cabeza. Y ha expresado todo eso dibujando un clown, al que ha puesto, recortándolo de una fotografía, su propio rostro”. Del texto de la publicación no se puede colegir ni quien habla, ni de quien es el retrato al que se refiere, aunque a mi me ha recordado a uno de los que el Dr. Camino presenta en su Manual Práctico de Exploración y Examen de las Facultades Mentales y que posteriormente reprodujo Vallejo Nágera en su tratado.

No se si será o no el "clown" de la exposición, pero estaremos de acuerdo que la imagen es el fiel reflejo de la simpatía hipomaniaca.

Me temo que entre una cosa y otra ya nos hemos extendido bastante por hoy. También me doy cuenta que ha habido pocas psiquifotos en esta entrada, pero no podíamos despedir a nuestro ya célebre Dr. Julio Camino sin hacer referencia a esta exposición. Pionera muestra de arte “bruto” que seguirá siendo el contexto donde ubicaremos el próximo “post”, con unas psiquifotos que garantizo sin desperdicio.


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La serie relacionada con el Dr. Julio Camino Galicia completa:

106. Dos psiquifotos con "poderes".
107. La hipnosis en las fotos del Dr. Camino.
108. La práctica hipnótica del Dr. Camino.
109. Galería psicopatológica del Dr. Camino.
112. El archivo fotográfico y otras aficiones del Dr. Camino.
113. Julio Camino y la "inquietante" exposición de 1935.

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BIBLIOGRAFIA.


El Congreso Nacional de Neuropsiquiatras. El Heraldo de Madrid. 4 diciembre 1935: 11.




Congreso de La Liga Española de Higiene Mental y Asociación de Neuropsiquiatras. El Sol. 24 diciembre 1935: 4.



El arte y la locura. Mundo Gráfico. 11 diciembre 1935: 1-4.












Camino Galicia, J. Manual práctico de exploración y examen de las facultades mentales. Imprenta A. Marzo. Madrid, 1924.



Vallejo Nágera, A. Tratado de Psiquiatría. Salvat. Barcelona, 1944.


Camino Galicia, J. Delirios y Delirantes (su estudio psiquiátrico, jurídico y social).Imprenta Sáez Hermanos. Madrid, 1930.





Hernández Merino, A. Piqueras, N. Pinacoteca psiquiátrica en España. 1917-1990 (Catálogo de la exposición). Universitat de Valencia, 2009. Accesible aquí.








2 comentarios:

Ana Hernandez dijo...

Gracias Oscar por publicitar la exposición Pinacoteca Psiquiátrica. De marzo a mayo estará en Elche y en cuanto se confirme el resto de la itinerancia os lo comunicaré. Me ha alegrado encontrar la referencia de la exposición de 1935. Me habló de ella el hijo de Lafora pero no tenía idea de la publicación. Enhorabuena como siempre por tu generosidad al compartir hallazgos.
Ana Hernández

nora dijo...

Impresionantes dibujos de pacientes! Algunas veces pienso que bien haríamos en darles papel y lápiz y animarles a dibujar.

Nora