lunes, 20 de julio de 2015

299. En la Casa de Orates.

En la entrada anterior hacía referencia a Memoria Chilena, la web de la Biblioteca Nacional de Chile, de donde tomé algunas de las imágenes incluidas en la entrada, a la vez que animaba a visitar la página más en extenso en búsqueda de alguna que otra inesperada sorpresa.

Sorpresas como la que supuso para mi encontrar la colección completa de la revista "Sucesos". Según he podido consultar, "Sucesos" fue un referente clave del periodismo moderno en Chile, cubriendo durante 30 años (1902-1932) su actualidad nacional y extranjera. Para ello contó con un importante plantel de redactores y artistas, siendo pionera igualmente en la utilización de la fotografía, siendo considerada en la actualidad un documento histórico de gran valor.

Editada con el objetivo de constituirse como semanario gráfico de actualidades del Chile de su época, que se presentaban en forma de magazine con crónicas de fácil lectura acompañadas de gran número de ilustraciones y fotografías. Entre ellas, las imágenes que más impacto causaban fueron aquellas que cubrían sucesos de carácter catastrófico, incendios, huelgas o crímenes con secciones como la crónica policial o crónica negra sobre el acontecer criminal de Valparaíso y Santiago. La vida de sociedad, sobre todo de la nutrida colonia extranjera alemana e italiana, así como los contenidos políticos completaban una cuidada publicación desde el punto de vista técnico. Crítica con la autoridad, desempeñó igualmente un papel fundamental a la hora de la creación de opinión pública. Para, como digo, hoy tener la suerte de poder consultar sus páginas libremente a través de Internet en el sitio de la Biblioteca Nacional de Chile, una experiencia afín a un pequeño salto en el túnel del tiempo que merece la pena experimentar.

Pero no nos desviemos, hablaba de sorpresas, y la sorpresa fue aún mayor al toparme allí con un par de artículos del año 1915. Referencias que ya me hubiera gustado conocer tiempo atrás, cuando anduve interesado en revisar artículos y reportajes de época que contaran las visitas periodísticas a manicomios e instituciones asimilables y sus imprevisibles moradores, a los que tan aficionados parecían nuestros antecesores. Sobre el tema ya me ocupé en alguna entrada, tras dar pie a una presentación en las Jornadas de Historia de la Psiquiatría que celebramos en Oviedo hace unos poquitos años. Como digo, me hubiera venido muy bien conocer estos dos artículos, que vienen a confirmar una vez más que este género periodístico estaba bien extendido a lo largo y ancho de la geografía mundial.

Y desde el punto de vista psiquifotero, no hará mucha falta señalar el interés que tiene la iconografía incluida en estas 4 páginas, en si misma de un indudable valor como testimonio visual de tipos y síndromes ya difícilmente observables en nuestro medio. Pero a la vez, pueden hacernos pensar que, precisamente por el carácter aparentemente estrafalario de los personajes retratados, más allá de las connotaciones psicopatológicas que pudieran motivar su pequeña historia, tal aspecto y idiosincrasia conductual, de alguna forma pudiera además revestir para ellos cierta función adaptativa y de supervivencia individual, destacando de esta manera en la anonimizante institución, algo que pudiéramos fácilmente pasar por alto y quizás pocas veces se ha considerado como posibilidad. Desde ese punto de vista, sería precisamente la bizarra presentación en su atuendo y delirio, lo que si bien alejaba por una parte a sus protagonistas de la normalidad estadística, los hacía objeto ideal de la curiosidad del observador, lo que les garantizaría la mejor forma al alcance de sus medios de integrarse sobresaliendo en el ecosistema institucional, diferenciándose del resto de internos. Y junto a ese protagonismo, muy probablemente, recibir pequeñas prebendas y beneficios derivados de su particularidad, digna de ser mostrada como espécimen de interés a propios y extraños que por allí se acercaran. En cualquier caso, quedan también en el aire otros aspectos relacionados con la invasión de la intimidad y menoscabo del derecho a la imagen de las personas ilustradas, pero ese también es otro tema para la reflexión en otro momento.











BIBLIOGRAFIA.


X. En la Casa de Orates (I). Sucesos. Nº 690. 16 diciembre 1915. Accesible en http://www.memoriachilena.cl/archivos2/pdfs/MC0067637.pdf.



X. En la Casa de Orates (II). Sucesos. Nº 691. 23 diciembre 1915. Accesible en http://www.memoriachilena.cl/archivos2/pdfs/MC0067638.pdf.



Óscar Martínez Azumendi. De visita por los manicomios con la prensa escrita y gráfica de finales del XIX y principios del XX. En: Simón Lorda, D. Gómez Rodríguez, C. Cibeira Vázquez, A. Villasante, O. (Eds.). Razón, locura y sociedad. Una mirada a la historia desde el siglo XXI. Colección Estudios 51. Asociación Española Neuropsiquiatría. Madrid, 2013. 293-314. ISBN: 978-84-95287-69-4. Accesible en https://drive.google.com/file/d/0B_JcP4T6G7QjLVJibHFsTmQ4RkU/view.









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2 comentarios:

psicologoignacio dijo...

Muchas gracias por las entradas dedicadas a la psiquiatría chilena y en especial al aspecto fotográfico. También le agradezco el tener una carpeta con el nombre de CHILE en su computador. Qué orgullo por la fotógrafa Paz Errázuriz y su premio obtenido. Lamentablemente los medios de comunicación en Chile no han mencionado siquiera el tema. Sigo hace bastante tiempo su blog porque me parece muy interesante y ahora más por el material que está presentando. Saludos !!

Oscar Martínez Azumendi dijo...

Hola Ignacio. Gracias también a ti por entretenerte con el blog y dejar tu comentario. Tanto las imágenes de Paz Errázuriz, como los textos de Diamela Eltit, invitan seriamente a la reflexión. Tengo alguna otra referencia chilena, que seguramente más adelante incluya. Un cordial saludo desde esta parte del globo.