jueves, 10 de febrero de 2011

174. Los olvidados.



忘れられた人々―中国精神病人的生存状況
出版社 : 第三書館
発行 : 1993年1月
価格 : 3,465円(税込)
判型 : 大型本
著者 : 馬 小虎(著)


Pues eso, así, en japonés es como me encontré por primera vez la referencia al libro de un fotógrafo chino del que nos ocuparemos hoy. Es ahora el momento de agradecer las buenas labores del traductor de Google que me ayudó a descifrar (mejor diría intuir) su contenido. Las peripecias que tuve que sobrevivir luego para hacerme con una copia del mismo (incluido el descoloque de cambio de nombre del autor de una edición a otra), podrían dar por si solas para una entrada de un blog dedicado a obstinaciones varias.

Pero dejemos de nuevo a Irantzu González que nos cuente un poco acerca de sus contenidos.

Lu Nan nació en Beijing, China, en 1962 y bajo el nombre de Ma Xiao Hu. Desde que decidió ser un fotógrafo documental hace unos 22 años, ha vivido como monje, creyendo que “las cosas buenas vienen de una vida sencilla y moderada”.

Hoy en día es uno de los más prestigiosos fotógrafos del país gracias a su obra principal: una trilogía que "simboliza la condición humana de la mente hoy en día".




Entre 1989 y 1990 realizó un proyecto fotográfico sobre los Hospitales Psiquiátricos en China, “The Forgotten People”, y entre 1992 y 1996 trabajó sobre la Iglesia Católica en China en “En el Camino”. Estos dos proyectos son su reflexión sobre los efectos de la Revolución Cultural de China en su población, y es lo que él llama 'el infierno' (hospitales psiquiátricos) y 'el cielo' (la Iglesia Católica). Parte de esa obra es la que se expuso en el Monasterio de Santo Tomás de Ávila en 2010.

Terminando la trilogía, entre 1996 y 2004 trabajó sobre la vida diaria de los campesinos tibetanos exponiendo sus frutos en “Para Las Estaciones”.

Desde 2005, la trilogía de Lu ha sido expuesta tanto en China como en el extranjero.



Su trabajo se centra en las personas que existen fuera de la corriente de la sociedad, o que se han deslizado a través de sus grietas. "Son lo mismo que nosotros y merecen respeto", dice Lu.

El fotógrafo tiene su propio estilo. Es muy selectivo sobre las exposiciones y se niega a permitir que nadie le fotografíe. Las entrevistas son muy escasas. “Si el fotógrafo atrae más atención que su obra, ¿no es una vergüenza?” explicó en una ocasión. Sus amigos dicen que pasa los días trabajando y estudiando y las noches leyendo Goethe y Platón sobre un fondo de Bach. "Él es muy excéntrico. A veces, desaparece durante tres o cuatro años. Nadie sabe a dónde va. Pero no te preocupes por él. Es saludable y puede cuidar de sí mismo.”





Las imágenes en blanco y negro que nos trae el fotógrafo en la que fue su primera obra se me antojan llenas de vida, de historias por contar y de movimiento. Las veo y me pregunto: ¿Qué hacen? ¿De qué hablan? ¿A dónde van y cómo han llegado? ¿Qué piensan?... Y como en toda vida, se intuyen energías y detalles agradables y desagradables: carcajadas a punto de desbordarse, miedo, caricias compartidas, soledad en medio de la multitud, amistad sin condiciones, aislamiento, sueños, aburrimiento, juegos…

Son fotografías que no hablan de patología mental, aunque ésta esté ahí, sino de historias, de vida que fluye. De una parte de los enfermos que no nos enseña nadie, sino que la podemos descubrir sólo fijándonos.



Mientras alrededor las viejas paredes dejan caer trozos de ellas al suelo quedando semidesnudas y los muelles añoran un colchón que los cubra, Lu Nan logra transmitir una imagen de los enfermos tan humanizadora como esperanzadora.













Son capaces de mirar de frente a la cámara de forma natural, y sus miradas cruzan el papel dando la impresión de que no tienen nada que ocultar, sino todo lo contrario. Parecen abiertos a la conversación, a la discusión y a la aceptación de cualquier extranjero que se atreva a sumergirse en una velada con ellos. Me pregunto cuántas veces habremos estado delante de personas así sin aprovechar la oportunidad.







Es independiente de si son enfermos mentales.” decía Lu, “He estado en 38 hospitales psiquiátricos y conectado con miles de pacientes. Son personas normales si no los atacan. Somos amigos”.

Son personas normales”...

Me recordó a una paciente de rasgos paranoides que vi hace poco en urgencias. Le estaba explicando que la medicación que le habían pautado y no estaba tomando haría que, las veces que tuviera la SENSACIÓN de que la gente le miraba o hablaba de ella, pudiera distinguir que era una sensación o incluso no percibirlo.

Ella no quería tomarla de todas formas. Era una chavala joven y con la que, para mí, estaba siendo fácil hablar pero difícil comunicarme. Entre todo lo que hablamos me hizo una pregunta:

- ¿Y las veces que sea VERDAD?

Entonces algo cambió.



Entendí, por lo menos en parte, qué le preocupaba, y la comunicación empezó. Claro que habría mil factores más, pero en ese momento le preocupaba uno en concreto: perder su parte normal, no patológica, si tomaba la medicación. Esa parte de la que a veces nos olvidamos.

Porque es verdad que alguien puede estar ahogándose en patología, y que debemos tenerla en cuenta siempre, pero es igual de cierto que, de una forma o de otra, la parte “normal” siempre sigue ahí, en algún sitio. Que la locura no engloba a la persona, sino algunos aspectos de ella.




Por eso creo que nunca está de más buscar, en toda esa tormenta, esa parte. Puede ser la que nos de la oportunidad de comunicarnos con el enfermo.
"Mis obras siempre muestran algún tipo de espíritu." rezaba Lu Nan. Estoy completamente de acuerdo con ello.
I.G.Ll.


Para quien desee ver el resto de imágenes tomadas por Ma Xiao Hu, también dicen que de sobrenombre Mao, o Lu Nan, o como quiera que se denominara en aquella época, puede hacerlo en la página de Magnum (escribir "lun1990106" en el buscador de la página), importante agencia de fotografía de la que forma parte desde 1994.


Y ya, aprovechando que andamos por tierras de la gran China, ahí va una psiquifoto de su primer hospital psiquiátrico (al menos de modelo colonial) en Cantón.



En ella aparece en 1898 su fundador, el barbudo Dr. John G. Kerr, con varios pacientes. Denominado en un principio Hospital Hui Ai ("fraternidad cristiana"), en la actualidad pervive bajo un más aséptico nombre de Hospital Psiquiátrico de Guangzhou. No podemos dejar pasar por alto que China todavía es un país con malas condiciones asistenciales para muchos de sus pacientes psiquiátricos, debiendo enfrentar un profundo proceso de reforma asistencial que garantice un tratamiento adecuado más allá de la mera institucionalización (ver entrada 51).


BIBLIOGRAFIA.





Nan, Lu. Los olvidados (traducción libre del japones). Japón. 2ª Edición 2006 (ISBN 9784807406166). 1ª Edición 1993 (ISBN 9784807493005).



Nan, Lu. The Forgotten People: The State of Chinese Psychiatric Wards. Shenzhen: China Tushu Publishing Limited, 2008.








Ma Xiao Hu. Gente dell'oblio... Cina. Private. 2000, 18: 22-27. Accesible aquí.








Li, J. The first psychiatric hospital in China – psychiatry in pictures. The British Journal of Psychiatry (2010) 197: 440.








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6 comentarios:

Anónimo dijo...

sigo muriéndome de envidia por tu blog. no puedo entender de dónde consigues tantísima información sobre el tema, y tan interesante. ¡ojalá fuera mi blog!

Joan Vendrell i Campmany dijo...

Interesantísimo y a la vez impresionante el contenido de este post,ilustrado con algunas de las patéticas y escalofriantes imágenes que lo ilustran. La crudeza de la enfermedad mental reflejada con toda su triste realidad en aquel país asiático.

patipau dijo...

QUÉ TRABAJO TENÉIS AQUÍ!!!!
ENHORABUENA, de verdad.
Hoy, leyendo el artículo "La catatonía. Una revisión fotográfica", escrito por Oscar Martínez (que más tarde he descubierto que es quién gestiona todo este blog) me ha llevado a psiquifotos.blogspot y ha sido un gran regalo, de verdad.
Os seguiré de cerca y dedicaré tiempo a ir aprendiendo de toda esta información.
Al final me he decidido a colgar este pequeño comentario en el 174. Los olvidados... horrible y real... Me ha impresionado mucho, sí.
Muchas gracias!!!
Patricia

Oscar Martínez Azumendi dijo...

Muchas gracias por los ánimos, de parte de Irantzu y de la mía. La verdad es que el tiempo va pasando y es sorprendente ver la cantidad de aspectos que pueden recogerse bajo el genérico título de "fotografía y psiquiatría", y si además hay alguien por esos mundos cibernéticos a quienes les interesa, pues ¡mucho mejor!
ya sabéis que tenéis a vuestra disposición el blog para cualquier material a compartir.

谢谢 (Xièxiè), que es "Gracias" en chino.

Unknown dijo...

Gracias por compartir esto

Camino a Gaia dijo...

La "normalidad" nunca ha estado exenta de locura, de irracionalidad y crueldad destructiva.