sábado, 7 de marzo de 2015

291. El dominguero baile de los malditos.

Acaba de caer en mis manos una revista de mediados del siglo pasado que me va a venir muy bien para improvisar una entrada de impactante título pero esperanzador contenido, a la vez que me viene de perillas para lanzar una rellamada de ayuda al ciberespacio, por lo que al menos aconsejo leer el final de la entrada para enterarse de qué va y donde además incluyo un “bonus” de regalo para animar.

El reportaje, así como las imágenes acompañantes, se ubica en el Hospital Lannemezan del Departamento de Altos Pirineos francés, del que incluyo una preciosa vista aérea correspondiente a una postal de mi colección que desafortunadamente no sé datar con exactitud. Reconocido en su época por el importante desarrollo de renovadoras ideas asistenciales en el campo institucional, acordes a los postulados de la denominada psicoterapia institucional francesa.


El artículo, publicado por la revista francesa Le Soir Illustré en 1960, muestra algunas de esas actividades a sus lectores que podemos presuponer tuvieron que sorprenderse mucho al conocerlas. De hecho, el potente título de “Cada domingo el baile de los malditos”, aunque poco aceptable en nuestros días, no hace más que señalar la aparente contradicción o incongruencia derivada de un posible baile dominguero entre los locos para la época.


Los bailes y entretenimientos musicales ya habían sido ensayados muchas décadas atrás como parte del tratamiento moral desarrollado en diferentes hospitales a lo ancho del mundo, pero también es cierto que para finales del XIX y mediados del XX tan humano entretenimiento estaba lejos de ser considerado una práctica habitual en los manicomios de la época. Pero en Lannemezan, bajo la dirección del Dr. Ueberslchag y, para más abundancia, la comunidad de unos 1.100 residentes agrupados desde 1950 en su propia “Amicale des pensionnaires de l'Hôpital Psychiatrique”, tenía a su disposición toda otra serie de entretenimientos y distracciones tales como banda de música, gimnasio, peluquería, cantina o taller, sino incluso su propio Luna Park,¡un pequeño parque de atracciones particular! que los domingos atraía a jóvenes y mayores de los alrededores.


Conocía el artículo y fotos acompañantes ya hace unos años, mucho antes de ser picado por el furor psiquifotero, pero no por su impresión original, sino por la traducción publicada dos años después por la revista Triunfo. El artículo en español, titulado de forma más positiva “Lannemezan: el lugar donde vuelven a la vida los menos razonables”, tuvo que hacer bizquear al ciudadano medio por estos pagos y sin duda tuvo que ser una de las primeras referencias llegadas del extranjero que nos daban fe de otro tipo de abordajes más esperanzadores para la enfermedad mental. En su día me sirvió para ilustrar la situación de la asistencia psiquiátrica y ansias de reforma en las décadas previas a los 80 en España, para lo que entresaqué los artículos relacionados con el tema en la hemeroteca digital de Triunfo, presentándolos de forma sencilla y dejándolos disponibles en la web de la asociación OME-AEN, donde uno puede entretenerse ahora con ellos.

Más allá de las imágenes incluidas, algunas diferentes a las de la edición francesa, si nos fijamos en el texto, entre algunas de los sorprendentes recursos arriba apuntados, podemos también leer que en la imprenta de la institución se imprimía también “Minerve”, revista mensual editada por la asociación de pacientes antes referida. Ese tipo de revistas fueron relativamente frecuentes en los vanguardistas hospitales franceses a partir de finales de los años 40, y una herramienta muy importante en el manejo psicoterapéutico de la institución.

Y aquí es donde enlazo con la petición de socorro que anunciaba en la entradilla del principio, muy en consonancia con otro “se busca” de una entrada anterior donde solicitaba cualquier información disponible en relación con revistas publicadas en instituciones psiquiátricas (hospitalarias o ambulatorias) por personas con una enfermedad mental. Desafortunadamente me siento incapaz de encontrar ninguna referencia a la “Minerve” lannemeziana y quizás así encontremos algo, ¡sea de Minerve o de cualquier otra!

¡Bonus! para quien esté interesado en ese otro tema psiquirevisteril (a la vez que hago publicidad del trabajo realizado), aquí dejo acceso a un par de artículos recientemente publicados sobre otras dos revistas similares a esa Minerve que ando buscando, incluidas algunas otras consideraciones históricas más generales.


Martínez Azumendi, O. “La Razón de la Sin Razón”, revista de los señores pensionistas de un instituto manicómico, y la otra prensa “cuerda” de la época (1865, 1879-81). Rev. Asoc. Esp. Neuropsiq., 2015; 35(125): 193-214. Accesible aquí.





Martínez Azumendi, O. Globo Rojo. Revista de los pacientes del Sanatorio Psiquiátrico de Santa Águeda, Mondragón (1982-1999). Norte de Salud Mental, 2015; 51: 99-110. Accesible aquí.











(Leer entrada siguiente sobre el mismo tema: "292. El Parque de la Media Luna")






BIBLIOGRAFIA.


Raymond Darolle. A l'hopital psychiatrique de Lannemezan, chaque dimanche le bal des maudits. Le Soir Illustré. 1 septiembre 1960: 40-43.





Raymond Darolle. Lannemezan: el lugar donde vuelven a la vida los menos razonables. Triunfo. 13 octubre 1962: 22-29. Accesible aquí







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5 comentarios:

David Simón-Lorda dijo...

Otra vez una magnifica entrega de tu blog.
Al ver una de las fotos del reportaje en donde se ve a un hombre con una maleta que sale del psiquiatrico me he dado cuenta que ya había visto una muy parecida en una de las portadas de Triunfo en donde se hablaba de enfermedad mental y emigración. He ido a comprobarlo y efectivamente es la misma foto. El número es el del 7 de septiembre de 1974, y el artículo sobre psiquiatría y emigración lo firma Antonio Rodríguez López, el último Catedrático de Psiquiatría en Galicia ( ya falleció hace mas de una década y aún no se ha dotado la cátedra).

Oscar Martínez Azumendi dijo...

Gracias David por los comentarios.
Has estado doblemente rápido, una leyendo la entrada y otra asociando imágenes :-)
Sí, esa sugerente foto fue utilizada como portada años después, y quien esté interesado en leer el artículo completo puede encontrarlo en http://antigua.ome-aen.org/CRONICON/Triunfo/index.htm
Es interesante comprobar que ahora que somos (¿éramos?) un país receptor de inmigrantes, no está de más un vistazo atrás. Describe “síndromes” y condiciones en nuestros emigrantes muy similares a los que ahora titulamos a los recién llegados a nuestro territorio.

Anónimo dijo...

Una entrada tan memorable como sorpredente para mi. Desde luego, aun hoy se ven cosas envidiables en aquella Francia de los años cincuenta.
Enhorabuena por tu magnifico trabajo de rescate de estas imágenes.

Poti dijo...

Gracias, Óscar, por tu artículo
Desconocía la existencia de un hospital psiquiátrico en una zona por la que paso a menudo desde hace unos años. Lo mirare con otros ojos a partir de ahora

Oscar Martínez Azumendi dijo...

Hola Poti.
Pues ya tienes una excusa para hacer una paradita y visitar el parque que sigue en activo en la actualidad. Entradas a 1 €, creo.