martes, 24 de marzo de 2015

292. El parque de la Media Luna.

En la entrada anterior, publicaba una referencia a un hospital francés de mediados del siglo pasado que sorprendió a más de uno y de una. La cosa iba de los recursos socioterapéuticos y lúdicos que la institución disponía para tratar y hacer más llevadera y entretenida la vida de los allí asilados. Pero lo gordo no era el baile dominical, la banda de música o las clases de gimnasia, que también podíamos encontrar en otras instituciones de la época. No, lo gordo y sorprendente era otra cosa.

Ya desde la primera mitad del siglo XIX, siguiendo los postulados del denominado “tratamiento moral”, hasta mediados del XX, entonces más de acuerdo con los principios de la “psicoterapia institucional”, no fueron pocas las instituciones que trataron de suavizar en lo posible las terribles condiciones custodiales que se daban en otras muchas instituciones a lo largo y ancho del mundo. El trabajo organizado pudo ser uno de aquellos adelantos que, además de resultar una barata y disciplinada mano de obra, intentaron organizar la vida de los internos, alternado con otra serie de actividades lúdicas y de entretenimiento que con mayor o menor frecuencia podían disfrutar los más afortunados. Aunque nada comparado con lo visto en el Hospital de Lannemezan.

Pero retrocedamos un poco en el tiempo. No es tan conocido que, además del denominado programa Aktion-T4 de la Alemania nazi (al que ya dedicamos también una entrada tiempo atrás) por el que fueron exterminados en torno a 200.000 personas “improductivas” (entre ellos multitud de enfermos mentales y discapacitados intelectuales), también en Francia durante su ocupación francesa y bajo el mandato del gobierno colaboracionista de Vichy (1939-45), tuvo lugar lo que algunos denominaron “El exterminio dulce” por el que murieron miles de enfermos mentales como consecuencia de la exigua dieta alimenticia y el frío en los hospitales franceses. Aún así, algunos hospitales se resistieron como pudieron organizándose para ocupar a los enfermos en tareas que pudieran ayudar a conseguir recursos que pudieran ayudar directamente a conseguir alimentos para la población asilar, incluso sirviendo como refugio en la lucha frente a la ocupación. Al fin de la guerra se calcula que habían fallecido en torno a los 40.000 pacientes, encontrándose los hospitales en condiciones deplorables.

Estamos en noviembre de 1945, justo al termino de la guerra y ocupación nazi de Francia, tras 6 durísimos años durante los cuales un elevado número de pacientes (hasta un 42 % en 1941) fallecieron de hambre y frío en el joven hospital de Lannemezan (inaugurado a finales de 1938), cuando Henri Ueberschlag, recientemente liberado de la cárcel donde había sido condenado por el gobierno colaboracionista, fue nombrado Jefe de Servicio en el hospital. Su entusiasmo le llevó a desarrollar importantes proyectos de laborterapia y actividades lúdico-ocupacionales, asumiendo en 1948 la dirección médica. Con los años, el hospital adquirió gran renombre por su orientación de “puertas abiertas”, gran desarrollo de actividades ergo (trabajo) y socioterapéuticas, así como humanización de las condiciones y trato dispensado a los enfermos. Sin duda que su propia experiencia como prisionera de guerra en un campo de concentración tuvo que ver con ello: “He sido prisionero de guerra, sé lo que es encontrarse cautivo, deseo algo más para mis pacientes”.

Hasta ahí, salvo el emprendedor y comprometido carácter de Ueberschlag que incluso le hizo merecedor de su nombramiento como Caballero de la Legión de Honor, nada especialmente reseñable frente a lo que conocemos de otros muchos hospitales, sino fuera porque uno de esos proyectos se trató ni más ni menos que ¡un parque de atracciones!

Parque de atracciones que sirvió asimismo para acercar a la población al propio hospital y sus moradores, actuando como irresistible reclamo para niños y mayores que se acercaban en el tiempo libre a sus atractivas instalaciones. Aún hoy, cuando los múltiples edificios del hospital psiquiátrico se han reconvertido en los diferentes servicios que conforman el complejo hospitalario de Lannezeman, el “Parc de Loisirs La Demi-Lune” con su lago y golf adyacente sigue abierto resultando un importante recurso turístico en la zona.

A continuación algunas imágenes de las instalaciones tal y como se reflejaban en tarjetas postales de los años 50 y 60. Algunas de ellas por las que debo agradecer a Sonia Herrera, aficionada psiquifotera recientemente incorporada a nuestra red de salud mental, la ayuda en la búsqueda.



Hôpital H.P.L. - Electro-Chimie - S.P.A. Hôtel de Ville - La Poste - Rue Thiers





¡Un hospital Ultra-Moderno!


Hôpital Psychiatrique de Lannemezan. Le lac en été.
En primer plano en el bote, a la derecha en traje baño, el Dr. Henri Ueberschlag.












(Hôpital psychiatrique) Le lac et les pédalos.











Hôpital Psychiatrique de Lannemezan. Le Golf Miniature.















Le pavillon d'entrée et ses parterres fleuris.



La Cour d'Honneur, et le Bâtiment Administratif.



Le lac, au fond le Picdu Midi de Bigorre.




L'Hôpital Psychiatrique, sa Piscine dans le Parc vue sur le Pic du Midi de Bigorre.
















Pero quizás lo más llamativo de todo, fue el pequeño tren en miniatura que recorre incansable las instalaciones, y que llamó la atención incluso de una revista especializada en temas ferroviarios y que dejamos aquí como testimonio.








Sin duda, una pequeña e inesperada historia que tiene todos los ingredientes y motivos para haber pasmado a los atónitos seguidores de psiquifotos que se sorprendieron con ella. Por lo menos a mí me dejo boquiabierto cuando me enteré del asunto.






BIBLIOGRAFIA.



Raymond Darolle. A l'hopital psychiatrique de Lannemezan, chaque dimanche le bal des maudits. Le Soir Illustré. 1 septiembre 1960: 40-43.




Raymond Darolle. Lannemezan: el lugar donde vuelven a la vida los menos razonables. Triunfo. 13 octubre 1962: 22-29. Accesible aquí



M.R. Hulot. Le petit chemin de fer de Lannemezan. La vie du rail. nº 1023. 5 diciembre 1965. pp. 24-25.




Max Lafont. L'extermination douce : La mort de 40000 malades mentaux dans les hôpitaux psychiatriques en France, sous le régime de Vichy. Éditions de L'AREFPPI. Ligné, 1987.


Hôpitaux de Lannemezan. De l'asile de la Demi Lune aux Hôpitaux de Lannemezan (1938-2008). Un, Deux... Quatre Ed. Hôpitaux de Lannemezan, 2008.





-----oOo-----





Descargo de responsabilidad: He utilizado las imágenes sin ánimo de lucro, con un objetivo de investigación y estudio, en el marco del principio de uso razonable - sin embargo, estoy dispuesto a retirarlas en caso de cualquier infracción de las leyes de copyright.
Disclaimer: I have used the images in a non for profit, scholarly interest, under the fair use principle - however, I am willing to remove them if there is any infringement of copyright laws.

3 comentarios:

Manuel Aresti Larrauri dijo...

Excelente post, Oscar.

maria.armas dijo...

genial
parece un parque tematico....
si comparamos con las fotos contemporaneas en España
mon dieu!!!

Oscar Martínez Azumendi dijo...

Gracias por los comentarios. Fue tal el éxito del parque, que con el paso de los años los psiquiatras se preguntaron si la función del hospital era esa o la de la atención a la enfermedad mental :-)