sábado, 23 de julio de 2022

445. A la busca y captura de psiquifotolibros

Con cierta frecuencia me suelen preguntar cómo me aprovisiono del material para seguir alimentando el blog, y hoy se me ha ocurrido aprovechar para comentar en torno a mis últimas adquisiciones.

En una primera respuesta de tipo general, supongo que rebusco de manera muy similar a cualquier otro maniático coleccionista del tipo que sea y, afortunadamente a estas alturas de la historia de la civilización, la mayor parte del tiempo desde la comodidad de la butaca en mi despacho, y esto gracias a Internet y el correo electrónico que me trae noticias y sugerencias de amigos y desconocidos solidarizados con mis aficiones.

Pero si eso es así la mayor parte de las veces, también es cierto que otras me he dirigido a determinadas bibliotecas o archivos en busca de algún material concreto, o me he entretenido en lustrosas galerías comerciales o polvorientas librerías de viejo a la caza de algún libro o documento que luego me sirviera para compartir con quien pudiera interesarle.

Así, cada vez que salgo por ahí y me encuentro con un estante tentador, siempre me entretengo un rato buscando algún psiquifotolibro que llevarme como souvenir. Aunque, como resulta muy tedioso revisar todos y cada uno de los libros expuestos, hace tiempo aprendí a dirigirme directamente a la persona  encargada del negocio preguntando si recuerda algún volumen con fotos directamente relacionadas con la psiquiatría… Sería interesante traer aquí una colección de retratos con las caras de extrañeza que suelen poner al escuchar la demanda…

Recientemente, he tenido la oportunidad de visitar de manera fugaz, precisamente en su semana de apertura, la 53 edición de los Rencontres Internationales de la Photographie en la ciudad francesa de Arles. Paseando por sus calles, entre las obligadas visitas a las ruinas romanas y la mitómana morbosidad despertada por los lugares frecuentados por Van Gogh en plena crisis mental (ver entrada n.º 94), no tuve mucho tiempo para visitar todas y cada una de las propuestas expositivas que aparecían por aquí y por allí. Así que, en mi búsqueda de inspiración psiquifotera, opté por una vía más directa, encaminarme a la Librairie du Palais, spécialisé en photographie, ouvrages neufs, rares & anciens,  toda una institución en el mundo de las publicaciones fotográficas.

Al llegar, me demoré un rato observando el entretenido y sugerente ambiente que había a sus puertas, donde un cierto numero de autores firmaban sus obras, mientras otros, supongo que aficionados, amigos y colegas, charlaban animadamente con un vaso en la mano. Ya me hubiera gustado integrarme allí yo también, aunque tuve que contentarme solo con hacer alguna foto para compartir hoy aquí.

Ambiente en el exterior de la librería Du Palais, en la ciudad francesa de Arles, con ocasión de los 53 Rencontres Internationales de la Photographie.

Una vez dentro, rápidamente eche mano de la manida pregunta interesándome por posibles publicaciones con psiquifotos, en este caso, encima en un idioma extranjero para mí. Supongo que la primera impresión que di fue como de tío raro pero, tras algunas resueltas reflexiones de Delphine Manjard, librera especializada en bellas artes y fotografía a cargo del proyecto, en un corto lapso de tiempo marché ufano con tres ejemplares de reciente edición bajo el brazo.

Dos de las publicaciones tienen que ver, directa o indirectamente, con los medicamentos y tratamientos psicofarmacológicos. 

Plaisir Solide es el resultado de la colaboración creativa entre dos artistas, Hélène Bellenger y Charlotte Perrin, durante su residencia en "3 bis f", centro de artes contemporáneos ubicado en  el hospital psiquiátrico de Montperrin en Aix-en-Provence. El resultado final, una serie de collages en forma de díptico, con cada una de sus partes elaboradas por una de las artistas. quienes se inspiraron para ello en la arquitectura interior y el mobiliario del siglo XIX (Charlotte Perrin) y los folletos publicitarios de ansiolíticos y antidepresivos del último tercio del siglo XX (Hélène Bellenger).

El resultado final, impreso al estilo de los antiguos ejemplares intonsos, aquellos que había que cortar cuidadosamente sus páginas para poder abrirlas, incluye no solo las obras resultantes, sino las imágenes fotográficas que les sirvieron de inspiración, como escondidas entre los pliegues de las paginas. Parece ser, un formato que, cortando el hilo que mantiene unidas las páginas, permite desplegarlas a modo de cartel, aunque no seré yo quien lo intente. En cualquier caso, un proyecto doblemente psiquifotero, por una parte como resultado de su elaboración en un entorno psiquiátrico, por otra su inspiración en fotografías publicitarias de psicofármacos.

Desde hace mucho tiempo he sentido una atracción especial por la equívoca representación fotográfica de la enfermedad mental en la publicidad de los laboratorios farmacéuticos, tengo algo recogido y quizás algún día me anime a comentarlo, mientras tanto, simplemente recordar que en el blog ya tuvimos la suerte de contar con una estupenda colaboración de Juan Medrano sobre el tema. 


Video donde se recogen imágenes y la particular encuadernación de Plaisir Solide a la que hacía referencia

La segunda publicación, es un entretenido y sugerente libro titulado Happy Pills. Título en el que reconocemos fácilmente la evocación del muy conocido Prozac, primer nombre comercial de la fluoxetina, antidepresivo superventas que llegó a ser etiquetado como píldora de la felicidad. 

Resultado del trabajo conjunto de Paolo Woods, fotógrafo neerlandocanadiense, y el periodista suizo Arnaud Robert, el libro no se ocupa exclusivamente de psicofármacos, aunque no los evita, proponiendo al lector-observador toda una serie de reflexiones acerca de lo que las pastillas significan en nuestra sociedad actual. Para ello, se apoya tanto en datos objetivos como narraciones relacionadas, acompañándose de estimulantes imágenes en las que los contenidos "psi", directos o indirectos, no pasan desapercibidos de cara a su interpretación.

Algunas de las fotografías que podemos encontrar entre las páginas de Happy Pills.

Por último, el tercer librito, editado en Birmania y de encuadernación artesanal, recoge la producción de su autora, quien la contextualiza dentro de los esfuerzos realizados para superar su problema de adicción al alcohol, motivo de ingreso hospitalario. En My Universe, Bay Bay, nombre artístico de la fotoperiodista Nay Thet Thet Nway, recrea todo un colorido universo onírico, sin duda contrapuesto a la oscuridad de sus fantasmas internos, un ejemplo más del potencial terapéutico y de autorrealización que la fotografía puede aportar a algunas personas, más allá de su valor artístico, y del que conocemos otros ejemplos, más o menos profesionales, en el apartado "23. Ocupacional y Autorrealización" de nuestra particular clasificación psiquifotera.


Una rápida ojeada, página a página, a My Universe, de Bay Bay.

Y, con esta entrada, redactada un poco a salto de mata, creo que ya vale por este curso, que unos y otros nos hemos merecido unas semanitas de descanso. ¡Qué ustedes las disfruten bien, cada cual a su aire! A mí me queda solo preparar la convocatoria estival del ya tradicional Premio Psiquifoto y me pondré también a ello con entusiasmo.
 

BIBLIOGRAFÍA
>>>>>>>>>>>>     Consultar aquí toda la bibliografía citada hasta esta entrada
Bay Bay. My Universe. Myanmar Photo Archive/Fraglich Publishing/Lukas Birk. Yangon, 2019.
Bellenger, Hélène & Perrin, Charlotte. Plaisir Solide. Poursuite. Barcelona, 2021.
Robert, Arnaud; Woods, Paolo. Happy Pills. Delpire. París, 2021.


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Descargo de responsabilidad: He utilizado las imágenes sin ánimo de lucro, con un objetivo de investigación y estudio, en el marco del principio de uso razonable - sin embargo, estoy dispuesto a retirarlas en caso de cualquier infracción de las leyes de copyright. Disclaimer: I have used the images in a non for profit, scholarly interest, under the fair use principle - however, I am willing to remove them if there is any infringement of copyright laws.

2 comentarios:

HERAKLITO dijo...

Dice Paul Feyerabend que hay que ser más diletante. La afición suele emprenderse con más interés y dedicación que la profesión, muchas veces escasamente vocacional. La afición de Óscar es admirable, generosa y un tesoro de sorpresas. Nos ayuda a saber algo más de nosotros mismos, de la naturaleza humana, de la mente y sus guardianes, de lo que tristemente fue y en cierto sentido sigue siendo nuestra actitud con los pacientes más molestos, olvidados y maltratados.

Oscar Martínez Azumendi dijo...

Muchas gracias, Heraklito. Palabras quizás excesivas, pero que recojo con la ilusión de seguir mereciéndolas.
Aunque no creas, ganas me dan de desvocacionarme un poco,sobre todo en verano 😉.
Muchas gracias por tu interés y espero tu visita de nuevo a la vuelta de vacaciones.