jueves, 23 de mayo de 2013

255. Un rayo de sol, oh, oh, oh!

Me despedía en la anterior entrada con la promesa de una segunda entrega de la serie de fotografías playeras tomadas un buen día de excursión en Cádiz. Y a pesar de que el tiempo desde entonces se empeña en llevar la contraria a los originales títulos con que he bautizado las entradas (lleva días lloviendo, con un frío y viento poco apropiado para estas fechas), creo que al menos el ambiente que trasmiten las imágenes nos recordarán que el sol también existe. Aún en los climas (y situaciones) en los que uno parece que lo olvida.

La serie de hoy se corresponde sin duda con una segunda excursión desde la institución gaditana, no puedo decir si anterior o posterior a la que conocimos el otro día. Las fotos están positivadas en un papel de diferente calidad y tamaño que las otras, entre las que había una (que no se correspondía con la excursión playera) fechada en 1954.

Con la anterior colección, esta nos relata una historia similar: La ordenada salida del manicomio, bajo la atenta mirada de monjas y cuidadores. Primero las mujeres parece. Luego, cada grupo a su curioso autobús de época correspondiente. Los varones al de “Trasportes Generales Comes” que cubría habitualmente la línea Cádiz - San Fernando.

Hacía sol, y la sombra de los pinos mediterráneos se agradecía. Tras la obligada foto de grupo, en este caso de enfermas, monjas y auxiliares, es momento de salir a pasear en grupo a la playa. Mientras unas y otros descansan a la sombra, hay quien prefiere el balompié. La alegría de la luz y la brisa del mar, encadenan un “corro de las patatas”, a la vez que hay quienes se lo pasan como niños con los niños del asilo.

Y tras el pudoroso baño en bata, es hora de que las autoridades inspeccionen las viandas preparadas. Hace hambre. Son los primeros que toman asiento, en sillas plegables de cervecera, para los niños, el arenoso suelo hace de cojín. Y ya comidos y cansados, podemos suponer volvieron cantando aquella canción de “¡Ay, qué buenos son, que nos llevan de excursión!”. Hasta su inevitable retorno a “Capuchinos”, sobrenombre que tomaba la institución en referencia al convento de la orden de ese nombre que tuvo allí su residencia de 1641 a 1852.

Al día siguiente, sería otro cantar.













































Y como despedida, para quien quiera conocer algo más sobre el "manicomio de Capuchinos", recordemos también hoy las entradas psiquifoteras dedicadas anteriormente al mismo:

254. Vamos a la playa, calienta el sol.

122. Carnavales y otros festejos en el manicomio.

123. El hospital psiquiátrico de Cádiz.

215. Revival en el Diario de Cádiz.

71. Fotos estereoscópicas para un Congreso.




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Descargo de responsabilidad: He utilizado las imágenes sin ánimo de lucro, con un objetivo de investigación y estudio, en el marco del principio de uso razonable - sin embargo, estoy dispuesto a retirarlas en caso de cualquier infracción de las leyes de copyright.

Disclaimer: I have used the images in a non for profit, scholarly interest, under the fair use principle - however, I am willing to remove them if there is any infringement of copyright laws.

2 comentarios:

olga dijo...

genial.
eres un maestro de la imagen

Oscar Martínez Azumendi dijo...

Gracias Olga.
Me alegra que te gusten, a mi también me parecen fantásticas, aunque yo no tengo el mérito de las imágenes!!! Aunque una cosa si tenía clara, que tenía que rescatarlas para todos los seguidores de psiquifotos.